Los trastornos posturales se han constituido en uno de los problemas más frecuentes en la población y es por ende una de las consultas más frecuentes.
El hábito sedentario y largas horas frente a una computadora generan una alteración muscular que lleva a fatiga y gasto energético para mantener una postura erecta.
El esqueleto humano está preparado para mantener una postura de pie, mediante una columna vertebral con curvas y una forma de S. Esas curvas están conformadas por una lordosis cervical, una cifosis torácica y una lordosis lumbar, y confluyen en lo que se llegó a denominar la “ultima vertebra espinal” que es la pelvis. (Figura 1). Las regiones más sensibles de nuestra espalda son las lordosis, tanto cervical como lumbar, dado que ambas se consideran curvas móviles. La cervical, se mueve tanto en flexión y extensión como en rotación, mientras que la lumbar tiene su principal movimiento de flexo extensión. La cifosis torácica es más bien rígida, asociada a la caja torácica y con una función principal de protección medular. De este modo, el mayor desgaste lo veremos en segmentos móviles, cervical y lumbar.
Figura 1: Columna en forma de S con lordosis cervical, cifosis torácica y lordosis lumbar, integradas a la pelvis.
Así, debemos mantener esas curvas en valores dentro de lo fisiológico. Existen distintos factores que pueden alterar esta armonía espino pélvica. Uno de ellos es el sedentarismo. A medida que pasan los años, nuestro aparato muscular es reemplazado por tejido graso, con menor capacidad de tolerar malas posturas, así como también movimientos bruscos o inesperados. Ello deriva en dolor, ingesta de analgésicos y transforma a la situación en un círculo vicioso de dolor contractural y adoptar posturas antálgicas. Otro factor es el derivado de los cambios degenerativos que se van sucediendo con los años, en algunos sujetos más que en otros. Estos cambios degenerativos como el pinzamiento discal vertebral, deformidades vertebrales, y desgaste de las articulaciones, también pueden llevar a una alteración de nuestros valores fisiológicos de lordosis.
Es importante durante las horas de trabajo sentado en oficina o en casa, utilizar herramientas que ayuden a una correcta postura. Por ejemplo un sillón ergonómico que envuelva la espalda toda, desde la zona cervical baja hasta la cintura, incluso colocar un almohadón liviano en la región lumbar para ayudar a recrear la lordosis es muy útil. (Figura 2)
Figura 2: postura correcta en la oficina o en casa. Recrear lordosis con algún elemento o almohadón.
Sin embargo, nada reemplaza los ejercicios de elongación espinal e isquiotibiales, que se aconsejan realizar a diario o al menos 4 veces por semana, sobre todo para aquellos que sufren esta entidad más que otros.
El diagnóstico de esta entidad denominada alteración postural, se realiza habitualmente con una visita médica, para realizar un interrogatorio que determine alguno de estos factores, un examen médico de posición de la columna, pelvis y hombros en vista de perfil, y un estudio radiológico.
Los tratamientos más comunes se basan precisamente en la realización de determinados ejercicios de elongación de cadenas musculares espinales posteriores, y fortalecer cadenas musculares anteriores, para permitir un mayor rango de movimiento, mejorar la función de nuestras fibras de colágeno en los músculos, y permitir una postura más eficiente desde el punto de vista energético. (Figura 3 y 4)
Figura 3: Postura correcta.
Desde la rehabilitación kinesiológica, los trabajos de reeducación postural global permiten mejorar enormente estos valores. Sin embargo, de no cortarse con ese hábito sedentario, no suelen verse buenos resultados a largo plazo.
Figura 4: Alteración postural con desgaste de energía en región dorsal y hombros.
La cirugía vertebral no ha dado buenos resultados en términos de calidad de vida. Solo cuando todos los métodos conservadores han fracasado, puede valorarse esta conducta, pero en casos muy severos y con alguna deformidad vertebral asociada.
Marcelo Alejandro Valacco
Especialista en Ortopedia y Traumatología
Especialista en Patología de Columna Vertebral
MN: 91899
MP: 1731