Los cálculos renales (litiasis renal, nefrolitiasis) son depósitos duros de minerales y sales que se forman dentro de los riñones; son verdaderas “piedras”.
La presencia de un cálculo en un riñón es un hecho bastante frecuente, que a veces se descubre de casualidad. Otras veces son la causa de un dolor muy intenso, llamado “cólico renal”, y otras pueden generar complicaciones más serias: obstrucción a la salida de orina, afección de la función de los riñones, infecciones graves.
¿Por qué se forman?
Habitualmente en la orina hay sales y minerales que se mantienen disueltos porque están en equilibrio aquellos que tienden a precipitar, unirse y conformar piedras, y otros que suelen evitarlo. Si este equilibrio se rompe, o si la orina está muy concentrada, se forman los cálculos.
Esto puede ocurrir por características de las células de los riñones, o por alguna alteración hormonal o metabólica. Para saberlo es necesario hacer análisis específicos.
¿Cómo evitar o tratar los cálculos renales?
Es muy importante ingerir abundante líquido. Si no tenés una enfermedad cardíaca o renal avanzada, debés tomar entre 2,5 y 3 litros de líquido por día; la mayor parte agua.
Si tenés algún cálculo, es importante evitar que crezca y que se formen otros. Según los resultados de análisis, puede hacer falta alguna medicación específica, para ayudar a equilibrar las sales y minerales de la orina. Eso te lo indica un médico nefrólogo luego de evaluar los análisis.
Si sufrís un “cólico renal”, vas a necesitar mucha hidratación y calmantes en ese momento. Te lo indicará el médico en la urgencia.
En aquellos casos que dan síntomas o complicaciones, puede hacer falta alguna intervención especial, que realizan los urólogos: desde colocación de catéter hasta cirugías.
Marta Paz
Nefróloga
MN: 104346